Limpiar sus endoscopios con un cepillo de limpieza nuevo y nunca usado es una de las cosas más importantes que su centro puede hacer para mitigar el riesgo de contaminación cruzada.
Los cepillos de los endoscopios deben esterilizarse con alta precisión o ser de un solo uso y desecharse. Cuando se le presenta la opción, puede ser tentado para ahorrar dinero y conservar los cepillos mucho después de su apropiación.
Es extremadamente difícil limpiar un cepillo de limpieza, es imposible comprobarlo a simple vista y el reprocesamiento adicional solo aumenta la posibilidad de que las cerdas dobladas y los mangos retorcidos puedan causar daño al instrumento o al paciente. Las pruebas de ATP bioluminiscente nos muestran que incluso cuando su cepillo parece limpio, puede albergar microbios potencialmente infecciosos. Las cerdas desgastadas representan un riesgo grave para el paciente si se caen o se rompen del cepillo y entran en el endoscopio. Los mangos doblados o retorcidos pueden rayar, raspar, degradar o dañar en cualquier caso el canal interno.
El simple hecho de desechar un cepillo, en lugar de reutilizarlo una y otra vez, puede desempeñar un papel importante en la prevención de la contaminación cruzada.
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